Teatro Vico

Si el mundo entero es un teatro, el Teatro Vico es su escenario

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De un vistazo:

Teatro de estilo ecléctico, de finales del siglo xix, en el que destacan la fachada y el impresionante interior. Totalmente activo, se realizan representaciones, actos públicos, etc. Se puede visitar en grupos y con cita previa.

Ubicación: Calle Cánovas del Castillo, 76 (junto al Jardín de la Glorieta).

Visitas: Grupos con cita previa (968 781 166 · teatrovico@jumilla.org).

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Un teatro vivo

Obra del arquitecto Justo Millán Espinosa, fue construido en la antigua ubicación del Convento de las Llagas de San Francisco, siendo inaugurado en agosto de 1883 como Teatro de la Villa

Justo Millán Espinosa y Antonio Vico y Pintos.

Historia del teatro

En 1881 se encarga el proyecto de construcción del teatro a Justo Millán Espinosa que se levantaría en el solar del antiguo Convento de las Llagas de San Francisco.

En agosto de 1883 se inaugura como Teatro de la Villa, siendo un edificio de estilo ecléctico en el que destacan su llamativa fachada y su majestuoso interior, muy similares a los del Teatro Romea de Murcia que fue reconstruido por el propio Justo Millán, años antes.

El teatro se convirtió rápidamente en un icono para las sociedad jumillana de la época, convirtiéndose en el centro de las festividades que se realizaban a finales del siglo xix.

A lo largo de los años ha sufrido varias reformas: Tuvo una primera restauración, siendo reinaugurado el 25 de abril de 1991 por la Reina D.ª Sofía. En el año 2010 se realizó una importante restauración en la que se empleó el 1,5 % del presupuesto del Ayuntamiento, modernizando además las instalaciones y adecuándolo a las necesidades actuales de un teatro funcional y moderno.

Antonio Vico y Pintos

En 1890 el teatro es rebautizado como «Teatro Vico» en honor al actor gaditano Antonio Vico y Pintos, reconocido actor de la época y director de su propia compañía que obtuvo grandes éxitos en Murcia y resto de España.

Fachada

La fachada es de estilo ecléctico y bicolor. Se articula con rasgos bizantinos y orientales combinados en aleros y cornisas, resultando un conjunto equilibrado y original producto de la genialidad del autor y de la calidad de la obra.

Se encuentran elementos innovadores como son la utilización del hierro (nuevo material constructivo introducido hacia mitad del siglo XIX) en elementos decorativos de la fachada, farolas y ventanas.

Otros elementos decorativos frecuentes en el artista, son los bustos esculpidos en medallones de yeso, con retratos de autores teatrales nacionales: Tirso de Molina, Lope de Vega, Quevedo, Calderón, Lope de Rueda y Ramón de la Cruz, (por orden de izquierda a derecha del espectador) motivo decorativo que también se utiliza en la fachada del teatro Romea.

Interior

El impresionante patio de butacas está presidido por una de las piezas más destacables como es el telón de boca, obra de Manuel de Sanmiguel. Se muestra lo que podría ser una representación de Talía, la musa del teatro.

Este pintor también decoró el techo con una alegoría de las musas, bustos de actores murcianos del s. XIX y con los nombres de algunas obras de teatro y dramaturgos españoles.